miércoles, diciembre 27, 2006

inicios...justo el treintaiuno; j.c.onetti


"Cuando toda la ciudad supo que había llegado por fin la medianoche yo estaba, solo y casi a oscuras, mirando el río y la luz del faro desde la frescura de la ventana mientras fumaba y volvía a empeñarme en buscar un recuerdo que me emocionara, un motivo para compadecerme y hacer reproches al mundo, contemplar con algún odio excitante las luces de la ciudad que avanzaban a mi izquierda.

Había terminado temprano el dibujo de los dos niños en pijama que se asombraban matinalmente ante la invasión de caballos, muñecas, autos y monopatines sobre sus zapatos y la chimenea. De acuerdo con lo convenido, había copiado las figuras de un aviso publicado en Companion. Lo más difícil fue la expresión babosa de los padres espiando desde una cortina y abstenerme de usar el carmín para cruzar el dibujo con letras peludas de pincel de marta: “Biba la felisidá”..."

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el cuento de navidad de Auggie Wren, fragmento ; paul auster


"...Auggie y yo nos conocemos desde hace casi once años.Él trabaja detrás del mostrador de un estanco en la calle Court, en el centro de Brooklyn, y como es el único estanco que tiene los puritos holandeses que a mí me gusta fumar, entro allí bastante a menudo.Durante mucho tiempo apenas pensé en Auggie Wren.Era el extraño hombrecito que llevaba una sudadera azul con capucha y me vendía puros y revistas, el personaje pícaro y chistoso que siempre tenía algo gracioso que decir acerca del tiempo, de los Mets o de los políticos de Washington, y nada más.


Pero luego, un día, hace varios años, él estaba leyendo una revista en la tienda cuando casualmente tropezó con la reseña de un libro mío.Supo que era yo porque la reseña iba acompañada de una fotografía, y a partir de entonces las cosas cambiaron entre nosotros.Yo ya no era simplemente un cliente más para Auggie, me había convertido en una persona distinguida.A la mayoría de la gente le importan un comino los libros y los escritores, pero resultó que Auggie se consideraba un artista.Ahora que había descubierto el secreto de quién era yo, me adoptó como a un aliado, un confidente, un camarada.A decir verdad, a mí me resultaba bastante embarazoso.Luego, casi inevitablemente, llegó el momento en que me preguntó si estaría yo dispuesto a ver sus fotografías.Dado su entusiasmo y buena voluntad, no parecía que hubiera manera de rechazarle.


Dios sabe qué esperaba yo.Como mínimo, no era lo que Auggie me enseñó al día siguiente.En una pequeña trastienda sin ventanas abrió una caja de cartón y sacó doce álbumes de fotos negros e idénticos.Dijo que aquélla era la obra de su vida, y no tardaba más de cinco minutos al día en hacerla.Todas las mañanas durante los últimos doce años se había detenido en la esquina de la Avenida Atlantic y la calle Clinton exactamente a las siete y había hecho una sola fotografía en color de exactamente la misma vista.El proyecto ascendía ya a más de cuatro mil fotografías.Cada álbum representaba un año diferente y todas las fotografías estaban dispuestas en secuencia, desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre, con las fechas cuidadosamente anotadas debajo de cada una


Mientras hojeaba los álbumes y empezaba a estudiar la obra de Auggie, no sabía qué pensar.Mi primera impresión fue que se trataba de la cosa más extraña y desconcertante que había visto nunca.Todas las fotografías eran iguales.Todo el proyecto era un curioso ataque de repetición que te dejaba aturdido, la misma calle y los mismos edificios una y otra vez, un implacable delirio de imágenes redundantes.No se me ocurría qué podía decirle a Auggie; así que continué pasando las páginas, asintiendo con la cabeza con fingida apreciación.Auggie parecía sereno, mientras me miraba con una amplia sonrisa en la cara, pero cuando yo llevaba ya varios minutos observando las fotografías, de repente me interrumpió y me dijo:


- Vas demasiado deprisa.Nunca lo entenderás si no vas más despacio.


Tenía razón, por supuesto.Si no te tomas tiempo para mirar, nunca conseguirás ver nada.Cogí otro álbum y me obligué a ir más pausadamente.Presté más atención a los detalles, me fijé en los cambios en las condiciones meteorológicas, observé las variaciones en el ángulo de la luz a medida que avanzaban las estaciones.Finalmente pude detectar sutiles diferencias en el flujo del tráfico, prever el ritmo de los diferentes días (la actividad de las mañanas laborables, la relativa tranquilidad de los fines de semana, el contraste entre los sábados y los domingos).Y luego, poco a poco, empecé a reconocer las caras de la gente en segundo plano, los transeúntes camino de su trabajo, las mismas personas en el mismo lugar todas las mañanas, viviendo un instante de sus vidas en el objetivo de la cámara de Auggie.


Una vez que llegué a conocerles, empecé a estudiar sus posturas, la diferencia en su porte de una mañana a la siguiente, tratando de descubrir sus estados de ánimo por estos indicios superficiales, como si pudiera imaginar historias para ellos, como si pudiera penetrar en los invisibles dramas encerrados dentro de sus cuerpos.Cogí otro álbum.Ya no estaba aburrido ni desconcertado como al principio.Me di cuenta de que Auggie estaba fotografiando el tiempo, el tiempo natural y el tiempo humano, y lo hacía plantándose en una minúscula esquina del mundo y deseando que fuera suya, montando guardia en el espacio que había elegido para sí.Mirándome mientras yo examinaba su trabajo, Auggie continuaba sonriendo con gusto.Luego, casi como si hubiera estado leyendo mis pensamientos, empezó a recitar un verso de Shakespeare.
- Mañana y mañana y mañana - murmuró entre dientes -, el tiempo avanza con pasos menudos y cautelosos.


Comprendí entonces que sabía exactamente lo que estaba haciendo..."


Paul Auster lo escribio en 1990 para el New York Times

este cuento se ubica en los orígenes de la película Smoke

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martes, diciembre 19, 2006

inicios...isabel coixet, la vida secreta de las palabras


guión de la película;
es un momento en la vida de
Hanna, (Sarah Polley) y Josef (Tim Robbins)

Sec.0. Exterior plataforma petrolífera.
Exterior. Noche.

En medio del mar. De noche. Las olas golpean ritmicamente los ocho pilares sobre los que se yergue la plataforma. Una calma majestuosa. La silueta de la plataforma se recorta contra el cielo nocturno y claro. Un castillo en medio del mar.Un oscuro palacio.Oímos una voz infantil. Entre siete y ocho años.No está claro si es un niño o una niña. Nunca estará claro a lo largo de la película. Es una voz de una gran pureza que habla desde algún punto más allá del "aquí y ahora" que dejan ver las imágenes. Pero no deja de tener siete u ocho años.

VOZ EN OFF

-- En el fondo hay tan pocas cosas...Millones y millones de toneladas de agua, rocas y gas.Espuma, Odio y amor. Afecto. Sangre. Despacio o deprisa. Ayer, pasado mañana.Mil años. Cien minutos. Varios siglos. Cenizas. Poca o mucha luz. Este momento.Este preciso momento.Este ahora. Hace un rato...

[...]

--...Lo dije antes, ¿verdad? Hay muy pocas cosas: silencio y palabras"
en contratapa Coixet escribe: "...Alguien dijo que desde el momento en que uno tiene vida interior ya está llevando una doble vida. Las palabras, como manadas de peces, pululan en nuestra cabeza y se agolpan en las cuerdas vocales. Y , a veces

La vida secreta de las palabras
el guión
Isabel Coixet, 1995
prólogo de John berger
Ediciones B Ficcionario
Isabel Coixet, Barcelona,1962. Es su quinta película; la anterior: Mi vida sin mi

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inicios...alain robbe-grillet, angélica o el encantamiento


“En el contorno de las cosas inmóviles que me rodean, veo todo el tiempo dibujarse rostros: rostros humanos que se forman, se fijan y observan mientras hacen muecas. Sin embargo me han dicho que esta es una predisposición que no tiene nada de excepcional. Todo el mundo se sorprende al reconocer, sin siquiera darse cuenta, en los nudos y vetas de la madera (el suelo de roble, el escritorio de olmo, la mesa de nogal manchada de tinta), o bien en las fisuras del cielo raso (...) o más a menudo en los empapelados floreados, alguna vez de colores vivos ahora desteñidos, sobre las paredes de mi habitación ensombrecidas por la noche que se aproxima, las formas evidentes de una nariz aguileña, de un bigote fino, de dos ojos encajados en sus órbitas de dudosa simetría, de una boca que se convulsiona en un grito, una risa excesiva,(...) en una risa sardónica. No son rostros neutros, abstractos; casi siempre se trata de figuras muy expresivas (...) que podrían hacernos pensar en monstruos de feria, en heridos de guerra con los rasgos destrozados por las balas y el fuego, o en simples caricaturas satíricas de un diario A pesar de su expresión, aunque esté marcada en forma tan poco discreta , por lo general son ambiguas y susceptibles de diversas interpretaciones, contradictorias, según la hora, según la iluminación, según el día, según el humor...”.

Angélica o el encantamiento
Alain Robbe-Grillet

serie Esquinas
gedisa editorial, 1989
a robbe-grillet lo conocí como guionista de El año pasado en Marienbad, película de Alain Resnair de los 60s

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lunes, diciembre 11, 2006

inicios...camus, el extranjero

“Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé. Recibí un telegrama del asilo: «Falleció su madre. Entierro mañana. Sentidas condolencias.» Pero no quiere decir nada. Quizá haya sido ayer...”

El extranjero
Albert Camus

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bodas de sangre, fragmento

“...Cuando yo llegué a ver a mi hijo
estaba tumbado en mitad de la calle.
Me mojé las manos de sangre
Y me las lamí con la lengua.
Porque era mía. Tú no sabes lo que es eso
En una custodia de cristal y topacios

pondría yo la tierra empapada por ella...”


federico garcía lorca

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domingo, diciembre 10, 2006

inicios...miguel ángel asturias, hombres de maíz

"-El Gaspar Ilom deja que a la tierra de Ilom le roben el sueño de los ojos.
-El Gaspar Ilom deja que a la tierra de Ilom le boten los párpados con hacha.....
-El Gaspar Ilom deja que a la tierra de Ilom le chamusquen la ramazón de las pestañas con las quemas que ponen la luna de color de hormiga vieja.......
El Gaspar Ilom movía la cabeza de un lado a otro. Negar, moler la acusación del suelo en que estaba dormido con su petate, su sombra y su mujer y enterrado con sus muertos y su ombligo, sin poder deshacerse de una culebra de seicientas mil vueltas de lodo, luna, bosques, aguaceros, montañas., pájaros y retumbos que sentía alrededor del cuerpo...."


Miguel Ángel Asturias
Inicio de. Hombres de maíz
Alianza Editorial 4ta Ed. 1981

Guatemalteco (1889-1974) Nobel de literatura en 1967, publico esta novela en 1949. Dedico la mayor parte de su obra a narrar la vida de los trabajadores en las grandes plantaciones de las compañías norteamericanas. Entre otra publico una trilogía conformada por Viento Fuerte, El Papa Verde y Los ojos de los enterrados.

Jorge L.

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inicios...juan rulfo y pedro páramo

" Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo.
Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera.
Le apreté sus manos en señal de que lo haría; pues ella estaba por morirse y yo en un plan de prometerlo todo. " No dejes de ir a visitarlo -me recomendó- se llama de este modo y de este otro. Estoy segura de que le dará gusto conocerte". Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aun después que a mis manos les costo trabajo zafarse de sus manos muertas..."


coincidimos continuar el texto
"...Todavía antes me habías dicho:
-No hayas pedirle nada. Exígele lo nuestro.Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio...El olvido en que te tuvo, mi hijo, cóbraselo caro.
-Así lo haré, madre..."

Juan Rulfo
Inicio de Pedro Páramo
Pedro Páramo y El LLano en LLamas
Juan Rulfo Vizcaíno 1953

Editorial Planeta (popular Planeta)
1975

Jorge L.

nota:
el marcador de libros que acompaña este inicio de pedro páramo no es casual;
a rulfo lo conocí en Mx, en la idas a El Ágora, una librería-cafetería, ubicada en Insurgentes Sur, a pocas cuadras de la "Oficina de la Convergencia"(punto de encuentro de los uruguayos en el D.F.;

evoco a rulfo, en horas de la mañana, sentado en la cafetería de El Ágora, de frente a Insurgentes, vistiendo un traje gris, conversando con quienes nos acercáramos.

rodolfo

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sábado, diciembre 02, 2006

a orillas del mundo lucía (iii) Forastero


"Su casa. Una familia quieta inofensiva alrededor de una mesa . O aparentemente quieta inofensiva. El padre mujeriego fracasado, atroz en su falsa decencia religiosa, y la mujer, la madre, delgada en su saco de lino, sirviendo una cena mil veces fría, querida con agresividad sutil y estéril entusiasmo, aceptada apenas.Pensó en el mar, la tarde en el mar junto a su hermano mayor. Su madre en la orilla, su madre en la arena, recostada, tensa por las conversaciones que no había tenido. Su hermano ileso pensó, pero era mentira. Los dos en el mar sin mirar a la orilla. Él no quería mirar salir regresar. Se veía a sí mismo viejo, no podía explicarse qué cosa era un niño y todos eran niños

[...]

Otros días él había bajado hasta la playa para mirar el parque, la rueda gigante a la que nunca había subido, la pista de autos con niños de distintas edades sujetos al volante como si fuesen padres de familia y las madres afuera, del otro lado, saludando todas las veces como esposas llenas de ansiedad y vértigo, confiadas y seguras del destino, la suerte, la penúltima vuelta...."

Cuento
Forastero
Lucía Lorenzo

fecha?, versión completa disponible

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a orillas del mundo lucía (ii) Ella no


"...Nadie pregunta por ella; "Nadie preguntará por ella".
Los padres de los niños llegan, saludan, dan un corto vistazo al salón, como para comprobar que se trata de un cumpleaños, y después se van. Sólo algunos se quedan, amigos de él y de su mujer, vienen con sus hijos y es como si los soltaran, la cuerda es larga y se extiende a lo largo y ancho del salón, y luego se acomodan, prontos para comer, beber y hablar. Él trata de ser amable, verosímil, trata de no estar en ningún lugar demasiado tiempo, de parecer ocupado, lo necesario para que no se haga evidente su angustia. Sólo su hija, las hijas, preguntan por la madre y él inventa algo mucho antes de que sea posible pensar; inventa y cree, descree e inventa. Pero las hijas ya están corriendo avasallantes sobre el cuerpo del próximo invitado, su regalo.
La casa es un lugar agradable pero insuficiente para esconderse; deja caer con estruendo las persianas, una tras otra hasta quedar en la más completa oscuridad, mira hacia la cama y se ve tirada, a lo largo, quedará ahí aturdida al principio y liviana después, sumida en un sueño sin imágenes, ni temor..."

Cuento
Ella no

L. Lorenzo
04.08.02, versión completa a disposición

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inicios...lucía lorenzo (i)


El viaje fue en auto. Manejando iba mi padre, mi madre al lado fumando su cigarro prohibido por todos los médicos de la ciudad y los que salen en la tele también. Y yo atrás, sola, sintiendo el olor seco del humo de su cigarro. Me acomodé y cerré los ojos, no podía dormir.

No vimos el mar hasta un poco antes de llegar al parador amarillo. Entraba el sol por las ventanas, las cortinas rosadas, feas, los manteles igual. Me senté frente a mis padres. Pedimos la comida. En una de las mesas un niño de unos nueve años terminaba su almuerzo. Afuera no había nada, sólo la carretera, nuestro auto estacionado, una moto vieja, y un cartel con el nombre del parador y una flecha, no pude leer el nombre.No hubo conversación. El almuerzo en su imposible equilibrio[...]


CUENTO
-Yo detrás de todo eso -
Lucía Lorenzo
publicado en La ONDA digital ganó el primer premio en su categoría en el concurso Keep Walking 2000

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inicios...truman capote


“Es alta y esbelta, de alrededor de setenta años, pelo plateado, soigné, ni negra ni blanca, con ese pálido tono dorado del ron. Es una aristócrata de Martinica que vive en Fort de France pero que también tiene un apartamento en Paría. Estamos sentados en la terraza de su aireada y elegante casa que parece hecha de encaje. Me recuerda a ciertas casas viejas de Nueva Orleáns. Estamos tomando te de menta helado, con gotas de ajenjo.

Por la terraza corren y se persiguen tres camaleones verdes. Uno se detiene a los pies de Madame, moviendo rápidamente la lengua bifurcada, y ella comenta:
-Los camaleones son criaturas excepcionales. La forma en que cambian de color. Rojo. Amarillo. Verde Lima. Rosa. Lavanda. ¿Sabía que les gusta la música?. – Me observa con sus hermosos ojos negros.--¿No me cree?

[...]
--No, no me cree. Pero se lo probaré. Mientras habla entra en su fresco salón antillano, un recinto oscuro, con ventiladores en el techo, y se ubica ante un piano muy bien afinado. Yo sigo sentado en la terraza, pero puedo observar a esta elegante anciana, producto de varias sangres. Empieza a ejecutar una sonata de Mozart.

Poco a poco comenzaron a acumularse los camaleones: una docena, luego otra, en su mayoría verdes, algunos color escarlata o lavanda..
[...]
Ahora me mira.
--Et maintenant? C´est vrai?…”



Música para camaleones
Truman Capote

Ediciones Altaya, 1999.

Capote, en el prefacio de este libro que dedica a T. Williams, dice : “...Más tarde, ... escribí una nouvelle verídica (Féretros tallados a mano) y una cantidad de cuentos. El resultado es el presente volumen, Música para camaleones”.

...recupero este fragmento del relato pues lo considero elaborado con una prosa elegantísima mediante la cual nos lleva a ambientes y personaje de elegancia, y comparte anécdota por demás elegante,

....su amigo T. Williams y sus iguanas, él con sus camaleones, al parecer los reptiles les eran fuentes de inspiración; en fin

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viernes, diciembre 01, 2006

inicios...maría condenanza, la espera



"Cuando levantaron la capucha, me cegó la luz del mediodía.
Sobre mi falda habían puesto una bandeja con una milanesa y un huevo frito arriba. Hace dos días que estamos sentadas en el mismo sitio, con la capucha puesta, noche y día. Siempre a la misma hora. Solo se puede caminar alrededor del colchón. Exactamente cinco pasos. Cinco de ida y cinco de vuelta. Lo demás es espacio desconocido, seguramente grande y vacío a juzgar por el eco de las voces. Tal vez un patio interior. En algún extremo están los dos colchones y como atadas nosotras, Carmen y yo, siempre vendadas. En el otro extremo están ellos."


Inicio de La espera
María Condenanza

Taller de Genero y Memoria ex- Presas Políticas
Ed Senda. Memoria para armar 2002María nació en Dolores en 1949 y murió en Montevideo en el 2001. Fue militante del Partido Comunista del Uruguay.


Jorge L.

nota,
tengo ante mi el programa de la obra de teatro Memoria para Armar bajo la dir gral de Horacio Buscaglia. Es un espectáculo de el Corto sobre el libro del mismo nombre, "La Espera" y recuerdos de teresa Buscaglia. El elenco estuvo inegrado por Natalia Acosta, Paola Vendito, Ma. del Huerto Varela, D. Daragnès, Laura de los Santos y Oliver Luzardo.
Teatro Circular.

rodolfo

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el puñal un cuento de borges; borges puro



El Puñal
A Margarita Bunge

En un cajón hay un puñal.
Fue forjado en Toledo, a fines del siglo pasado; Luis Melián Lafinur se lo dio a mi padre, que lo trajo del Uruguay; Evaristo Carriego lo tuvo alguna vez en la mano.
Quienes lo ven tienen que jugar un rato con él; se advierte que hace mucho que lo buscaban; la mano se apresura a apretar la empuñadura que la espera; la hoja obediente y poderosa juega con precisión en la vaina.
Otra cosa quiere el puñal.
Es mas que una estructura hecha de metales; los hombres lo pensaron para un fin muy preciso; esto , de algún modo, eterno, el puñal que anoche mató a un hombre en Tacuarembó y los puñales que mataron a César. Quiere matar, quiere derramar brusca sangre.
En un cajón del escritorio, entre borradores y cartas, interminablemente sueña el puñal su sencillo sueño de tigre, y la mano se anima cuando lo rige porque el metal se anima, el metal que presiente en cada contacto al homicida para quien lo crearon los hombres.
A veces me da lástima. Tanta dureza, tanta fe, tan impasible o inocente soberbia, y los años pasan, inmóviles.



De Evaristo Carriego (1930)
en J L Borges Prosa completa Volumen I

Bruguera 1980


Jorge L.

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