martes, setiembre 04, 2012

La fiesta del chivo Mario Vargas Llosa

"dedicado" a un fragmento de la vida - hasta su muerte - del dictador dominicano Rafael Leónidas Trujillo:

"...Ni la rata del Palacio Miraflores, ni Muñoz marín, el narcómano de Puerto Rico, ni el pistolero costarricense de Figueres, lo inquietaban. La Iglesia, si. Perón se lo advirtió, al partir de Ciudad Trujillo. rumbo a España: "Cuídese de los curas, Generalísimo.No fue la rosca oligarquica  ni los militares quienes me tumbaron; fueron las sotanas. Pacte o acabe con ellos de una vez" A él no le iban a tumbar. Jodían, eso sí. Dese ese negro 25 de enero de 1960,...no habían dejado un solo día de joder. cartas, memoriales, misas, novenas, sermones. Todo lo que la canalla ensotanada hacía y decía contra él rebotaba en el exterior, y los periódicos, radios y televisiones hablaban de la inminente caída de Trujillo, ahora que " la Iglesia le viró la espalda"..."


en mi opinión es una de las mejores novelas de este contradictorio peruano -que hoy se descuelga con furiosos ataques contra Julian Assange - donde podemos encontrar una galería de personajes siniestros para América Latina apañados todos por USA.
Relata de manera genial un trozo de nuestra historia latinoamericana, cuando estábamos en la cresta de la ola revolucionaria, que nos animaba en aquella juventud