viernes, diciembre 28, 2007

inicio de Los asesinos de Hem


“La puerta del restaurante en donde estaba Fred se abrió y entraron dos hombres. Se sentaron ante al mostrador.
-¿Qué se van a servir? –les preguntó George.
No sé –dijo uno de los hombres- ¿qué tienes ganas de comer Al?
No se –dijo Al-. No se que es lo que tengo ganas de comer.
Afuera estaba oscureciendo. Se veían las luces de la calle a través de la ventana. Los dos hombres leyeron el menú. Nick los observaba desde el otro extremo del mostrador. Estaba hablando con George cuando entraron.
-Quiero el lomo de cerdo con salsa de manzanas y puré –dijo el primero de ellos.
-Todavía no está listo.
-¿Porqué diablos lo ponen en la lista?
-Eso es la cena –explicó George-. Se empieza a servir desde las seis.
George se dio vuelta a mirar el reloj detrás del mostrador.
-Son las cinco.
-En el reloj son las cinco y veinte –dijo el segundo hombre.
-Está veinte minutos adelantado.
-Que se vaya a la mierda el reloj -dijo el primer hombre-. ¿Qué se puede comer?
-Cualquier clase de sándwich –dijo George-. También jamón con huevos, panceta con huevos, hígado y panceta o un bife.
-Quiero croquetas de pollo con arvejas, salsa blanca y puré.
-Eso es para la cena.
-Todo lo que queremos es la cena, ¿eh? Eso es lo que nos dices siempre.
-Les puedo preparar jamón con huevos, panceta con huevos, hígado….
-Quiero jamón con huevos –dijo el hombre llamado Al. Llevaba un sombrero redondo y un sobretodo negro cruzado. Tenía la cara pequeña y blanca, y labios apretados. Llevaba una bufanda de seda y guantes.
-Yo quiero panceta y huevos –dijo el otro. Era aproximadamente del mismo tamaño que Al. Los rostros eran distintos, pero estaban vestidos como mellizos. Los dos llevaban sobretodos demasiado ajustados. Estaban inclinados hacia delante, con los codos sobre el mostrador.
-¿Tienes algo para beber? -preguntó Al
- Ginger Ale y otras bebidas sin alcohol –dijo George.
-Te pregunto si tienes algo para beber.
-Lo que dije.
-Esta es una ciudad excitante –dijo el otro- ¿Cómo se llama?
-Summit.
-¿La oíste nombrar alguna vez? –le preguntó Al a su amigo.
-No, dijo el amigo.
-¿Qué hacen aquí a la noche? –preguntó Al.
-Cenan -dijo su amigo- Todos vienen aquí y cenan como príncipes.
-Así es –dijo George.
-¿Te parece que está bien? Le preguntó Al a George.
-Claro.
-Eres despierto, ¿eh?
-Claro –dijo George.
-Pues no lo eres -dijo el otro hombrecito-. ¿Qué te parece, Al?
-Es un tonto –dijo Al-. ¿no te parece que es un chico despierto, Max?
- Este pueblo está lleno de chicos despiertos –dijo Max
George trajo los dos platos , uno con jamón y huevos, el otro con panceta y huevos. Trajo también dos porciones de papas fritas, y cerró la ventanilla que daba a la cocina.
-¿Cual es el tuyo? –preguntó Al.
-¿No te acuerdas?
-Jamón con huevos
-Un chico despierto –dijo Max. Se inclinó y tomó el jamón con huevos. Los dos hombres comieron con los guantes puestos. George los miró comer.
-¿Qué miras? –preguntó Max, mirando a George.
-Nada.
-Como no. Me estabas mirando a mí.
-A lo mejor lo hacía como chiste, Max, -dijo Al.
George se rió.
-No tienes que reírte –le dijo Max-. No tienes que reírte, ¿entiendes?
-Está bien -dijo George.”


Inicio de ¨Los Asesinos”

Ernest Hemingway


jorge l

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