lunes, diciembre 03, 2007

Dilema Doméstico, final; Carson McCullers

"...Pero su propia ira, escondida y reprimida, se despertó otra vez. Su juventud estaba desperdiciada por una borracha; su hombría, minada sutilmente. Y los niños, una vez pasada la inmunidad de la incomprensión...¿Que pasaría dentro de un año? Con los codos sobre la mesa, comia los alimentos como un animal, sin saborearlos. No se podría encubrir la verdad. Pronto habría chismorreo en la oficina y en la ciudad; su mujer era una mujer perdida. Perdida. Y él y sus hijos estaban envueltos en un futuro de degradación y ruina lenta.
Martín empujó la mesa y se fue al cuarto de estar. Siguió las líneas de un libro con los ojos pero su mente conjugaba tristes imágenes: vió a sus hijos ahogados en un río, su mujer hecha una desgracia por la calle. A la hora de acostarse, la rabia, sorda y dura, era como un peso en su pecho y arrastró los pies al subir la escalera
El cuarto estaba oscuro, menos la rendija de luz de la puerta entreabierta del cuarto de baño. Martín se desnudó en silencio. Poco a poco, misteriosamente, ocurrió en él un cambio. Su mujer estaba dormida, su repiración tanquila se oía suavemente en la habitación. Los zapatos de tacón alto con las medias tiradas con descuido le llamaban en silencio. Su ropa interor estaba echada en desorden sobre la silla. Martín recogió la faja y el sostén de seda y los tuvo un momento en la mano. Por primera vez en la noche miró a su mujer. Sus ojos se posaron en la dulce frente, en el bello arco de las cejas. El arco que había heredado Marianne, con la curva al final de la nariz delicada, En su hijo podía rastrear los pómulos altos y la barbilla afilada, Emily tenía un cuerpo suave y ondulante, de pechos firmes. Mientras Martín comtemplaba el sueño tranquilo de su mujer, el fantasma de la vieja ira se desvaneció. Todos los pensamientos de reproche o enfado estaban ahora lejos de él. Marítn apagó la luz del cuarto de baño y levantó la ventana .Con cuidado, para que Emily no se despertara, se deslizó en la cama. A la luz de la luna contempló por última vez a su mujer. Sus manos buscaron la carne inmediata y la pena igualó al deseo en la inmensa complejidad del amor".

Carson McCullers
Final de "Dilema Doméstico"

En "El Aliento del Cielo", Seix Barral Bibloteca Formentor 2007

envia Jorge L.


comentario: Carson me cautivó desde el primer momento - en Así - por su pluma agilísima que fluye imperceptible sobre el papel, sobre la pantalla, sin grandes adjetivaciones, con momentos contundentes : "...Pero su propia ira, escondida y reprimida, se despertó otra vez..."
[...]
"A la luz de la luna contempló por última vez a su mujer. Sus manos buscaron la carne inmediata y la pena igualó al deseo en la inmensa complejidad del amor"

¿es necesario más...?; escritora exquisita, uno desea contener, postergar finales a la vista, lamentablemente inevitables. Solo es posible quedarse abrazado, bien abrazado a la última frase.

rodolfo

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