sábado, noviembre 03, 2007

El último encuentro Sándo Márai

"...Konrád tenía un refugio donde su amigo no podía seguirle: la música.Era como si tuviera un lugar secreto, sólo para él, donde nadie en el mundo pudiera alcanzarlo.Henrik tenía callos en los oídos, le bastaba con la música cíngara y los valses de Viena.
En la Academia nunca se habla de música, aunque la tolerarán y perdonarán, tanto los profesores como los demás estudiantes, como un capricho pasajero, típico de la juventud.Todo el mundo tiene un punto débil.Hay quien cría perros y quien monta a caballo. Es mejor que jugar a las cartas pensaban. Es menos peligroso que las mujeres, pensaban...."
[...]
"...Una noche de verano mientras Konrád interpretaba en la mansión una pieza a cuatro manos con la madre del general, sucedió algo. Estaban sentados en el salón, antes de la cena; el guardia imperial y su hijo escuchaban la música, respetuosos, sentados en un rincón, con atención y paciencia, como cuando alguien dice: "La vida está llena de obligaciones, la música también hay que soportarla. No es de buena educación contradecir a las señoras" La madre ejecutaba la pieza con pasión: tocaban la Polonesa-Fantasía de Chopin. Era como si todo se hubiera revuelto en el salón. El padre y el hijo sentían, sentados en sus sillones en aquel rincón, en su espera paciente y disciplinada, que en los dos cuerpos, en el cuerpo de Konrád y en el de la madre, estaba sucediendo algo. Era como si la rebeldía de la música hubiese elevado los muebles, como si una fuerza invisible hubiera movido las pesadas cortinas desde el otro lado de las ventanas; era como si todo lo que había sido enterrado en los corazones humanos, todo lo corrompido y descompuesto reviviera, como si en el corazón de cada uno se escondiese un ritmo mortal que empezara a latir en un momento dado de la vida con una fuerza inexorable. Los oyentes comprendieron que la música podía ser peligrosa.Los otros dos, la madre y Konrád, sentados al piano, noo hacían caso de los peligros..."

El último encuentro ( o Rescoldos o Brasas, como sugiere Taco Larreta)
Sándor Márai
Novedades Salamandra
33ª edición

la cosa es así:
desde tiempo atrás me choco en librerías con cantidad de títulos de este autor;
un día leo en el suplemento Cultural de El País un artículo de Taco Larreta:
"...EL CASO DE Sándor Márai es emblemático, además de ser trágico. Un escritor fuera de serie es extirpado de la cultura de su país, Hungría. Como un tumor. Se prohíben sus obras, se secuestran. El régimen represor dura unos años, pero nadie, que se sepa, repara el crimen. El hombre se suicida treinta años después en San Diego, California. Hacia fines de siglo un astuto editor italiano compra toda su obra y empieza a publicarla. Es una operación brillante. Sándor Márai se convierte en un escritor de moda, medio siglo después de haber escrito torrencialmente su obra. [...] Tras El último encuentro, vulgar título español de una novela cuyo original húngaro se traduce mejor por "Las brasas" o "Rescoldos", en todo caso una cumbre de la literatura de ficción..."

y otro día una querida amiga me dice: " la leí de un saque" ;
no hubo otro día, fui la compré y no pude evitar imitarla...

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