viernes, noviembre 16, 2007

inicio de inédito Cortázar Ciao, Verona; Revista Ñ , Clarín

"Fue en Boston y en un hotel, con pastillas. Lamia Maraini, treinta y cuatro años. A nadie le sorprendió demasiado, algunas mujeres lloraron en ciudades lejanas, la que vivía en Boston se fue esa noche a un night-club y lo pasó padre (así se lo dijo a una amiga mexicana). Entre los pocos papeles de la valija había tarjetas postales con solamente nombres de pila, y una larga carta romántica fechada meses antes pero apenas leída, casi intocada en el ancho sobre azul. No sé, Lamia -una escritura redonda y aplicada, un poco lenta pero viniendo evidentemente de alguien que no hacía borradores -, no sé si voy a enviarte esta carta, hace ya tanto que tu silencio me prueba que no las lees y yo nunca aprendí a enviarte notas breves que acaso hubieran despertado un deseo de respuesta , dos líneas o uno de esos dibujos con flechas y ranitas que algunas vez me enviaste desde Ischia, desde Managua, descansos de viaje o manera de llenar una hora de hastío con una mínima gentileza un poco irónica..."
Según Rosa Montero las novelas de Cortázar envejecen mal, en tanto los cuentos los jerarquiza el tiempo;
total acuerdo,desde siempre...Cortázar es cuentos

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