sábado, noviembre 17, 2007

Cheever, Diarios

"...Entonces, en el bosque, debe elegir. A su izquierda está la rubia vestida de blanco; en realidad, tiene el pelo dorado. Cada uno de sus gestos o movimientos,quitarse una hoja seca de la falda, parece aumentar la luminosidad. La otra es morena, de ojos oscuros; la misma luminosidad de su piel es oscura. Es delgada, de senos altos y dedos muy largos. Las muchachas representan (no hay nada de original en ello) la noche y el día, el peso y la ingravidez, el sol y la luna. La rubia representa una sucesión interminable de habitaciones iluminadas; la charla ligera y las risas de amigos y amantes; el sano orgullo, el triunfo.. La otra representa un solo cuarto, pequeño y oscuro. Es una solitaria feliz y le gustan las uvas fuera de temporada.. Y sin embargo, es la curva de su espalda lo que el quiere acariciar con los dedos, aunque la palabra dedos signifique otra cosa. Por eso está en el bosque y se le ha pedido que elija entre una luz ilimitada y una oscuridad cuyo único encanto es el misterio. Pero lo que no ha tenido en cuenta son las opinones de la luz y la oscuridad.Si ha invertido en bonos municipales libres de impuestos, piensa la chica rubia, ¿los ha asegurado? ¿Sabrá encontrar un taxi una noche de lluvia? ¿Se enfadará si insisto en llegar a todas partes, absolutamnete a todas, con diez minutos de anticipación, y porque como chocolatines entre horas y dejo los envoltorios en los ceniceros?
¿Ronca?, se pregunta la representante de la oscuridad. ¿Tose por las mañanas?¿Es desconsiderado, dado que hace veinte minutos que tenía que haberme tomado el medicamento contra la hipertensión y soy alérgica a las rosas que abundan en este bosque?
Pasa por alto los árboles que tienen sus propios pensamientos y angustias. Un óxido virulento, invisible al ojo, es capaz de marchitar al más grande. Una glicina, hoy delgada como un cabello, es capaz de torcer y quebrar el tronco de un roble. Está en Arden, un bosque cuya riqueza y profundidad jamás podrá comprender, engañado por la importancia de su elección..."


John Cheever
Diarios

Etiquetas: