miércoles, febrero 14, 2007

fragmentos de La muerte y la muerte de quincas berro dágua


una crónica de Vinicius publicada en Última Hora de Río de Janeiro en 1959 oficia de prólogo:
"A la manera de dos frases musicales, simples y bellas, Jorge Amado acaba de escribir las que , para mí, son la mejor novela y la mejor "nouvelle" de la literatura brasileña: Gabriela, clavo y canela y La muerte y la muerte..." Vinicius no se ahorra halagos: "obra maestra" "extraordinario relato" "Quinas Berro Dágua representa, dentro de la novelística brasileña...una cumbre máxima"

J. Amado la firma en abril 1959
Se cuenta que Quincas tuvo tres muertes:
--cuando lo "decretaron" muerto para la sociedad;
--la manipulada por la familia;
--la elegida por Quincas: su lugar, su entierro, y... la hora:

"...En medio del ruido, del mar enfurecido, del velero en peligro, a la luz de los rayos vieron a Quincas arrojarse al mar y oyeron sus últimas palabras.
El barquito entraba en las aguas calmas de la bahía, pero Quincas había quedado en la tempestad, envuelto en mortaja de olas y espuma, por su porpia voluntad."

"...Según un trovador del Mercado, las cosas ocurrieron así:
"Pero en plena confusión
se oyó a Quincas decir:
--Me entierro cuando yo quiero
y en la hora que resuelvo.
Pueden guardar su cajón
para mejor ocasión,
que no me dejo enterrar
en sepultura de tierra".
Y fue imposible escuchar
el resto de su oración"

"Que cada cual cuide su entierro; no hay imposibles."
(frase póstuma de Quincas Berro Dágua, según Quitéria, que estaba a su lado)

La muerte y la muerte de Quincas Berro Dágua
Jorge Amado
Emecé, 1984

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