El señor de las moscas, William Golding; momentos

"...La costa apareció vestida de palmeras. Se sostenían frente a la luz del sol o se inclinaban o descansaban contra ella, y sus verdes plumas se alzaban más de treinta metros en el aire..."
[...]

"...El arrecife cercaba gran parte de la isla y se extendía paralelo a lo que los muchachos llamaron playa, a una distancia de más de un kilómetro de ella. El coral semejaba blancos trazos hechos por un gigante que se hubiera encorvado para reproducir en el mar la fluída línea del contorno de la isla y, cansado, abandonara la obra sin acabarla.Dentro del agua multicolor, las rocas y las algas se veían como en un acuario; fuera, el azul oscuro del mar. Del arrecife se desprendían largas trenzas de espumas que la marea arrastreba consigo, y por un instante creyeron que el barco empezaba a aciar..."(dice el DRAE en relación a "aciar": "palabra en desuso")
[...]

"...Lo malo de ser jefe era que había que pensar, había que ser prudente. Y las ocasiones se esfumaban tan rápidamente que era necesario aferrarse enseguida a una decisión...porque pensar era algo valioso que lograba resultados...
Sólo que no sé pensar decidió Ralph junto al asiento del jege. No como lo hace Piggy.
Por segunda vez en aquella noche tuvo Ralph que ajustar sus valores. Piggy sabía pensar paso a paso dentro de aquella cabezota suya, pero no servía para ser jefe. Sin embargo, tenía un buen cerebro a pesar de aquel rídiculo cuerpo. Ralph se había convertido ya en un especialista del pensamiento y era capaz de reconocer inteligencia en otro.
[...]

"...las lágrimas le saltaron a los ojos y sus labios se abrieron mostrando un negro agujero cuadrado. Pareció al principio una imagen muda del dolor,pero después dejó salir un lamento fuerte y prolongado ...Maurice fue la salvación. Gritó:
-¡Miradme!
Fingió caerse . Se frotó el trasero y se sentó en el tronco columpio hasta conseguir caerse sobre la hierba No era un gran payaso, pero logró que Pervival y los otros se fijarán en él, suspirasen y comenzaran a reírse. Al cabo de un rato reían tan cómicamente que hasta los mayores se unieron a ellos..."

Ernesto Sábato comenta del autor y su obra:
"William Golding es un autor a quien lo obsesiona el problemaque se le reveló como irresoluble: la existencia del mal. Su obra expresa la perplejidad ante este enigma del comportamiento humano, "¿por qué fútil recompensa vende su alma el hombre moderno?"
Golding comprende visceralmente los efectos de las acciones de los hombressobre los demás,como en su Señor de las moscas...donde deja abierta la tremenda pregunta: la crueldad, el egoismo, la indiferencia, el afán de destrucción ¿son causadas por la estructura de la sociedad en la que vive el hombre , o son manifestaciones de la natural inclinación al mal de la raza humana?