bukowski entre túnicas blancas, fragmento

"...Recuerdo los viejos edificios de ladrillo, las enfermeras sencillas y descansadas, los médicos riéndose, teniéndolo hecho. Fue allí cuando aprendí la falacia de los hospitales: que los doctores eran dioses y los pacientes mierda y que los hospitales existían para que los doctores pudieran hacérselo en su blanca superioridad almidonada. [...] hombres que poseían grandes casas y tenían tiempo para reírse y leer y acudir a los partidos y comprar pinturas y olvidarse de pensar, y olvidarse de sentir nada. Blancura almidonada y mi derrota.

"...Hospitales, cárceles y putas: estas son las universidades de la vida. Yo he alcanzado numerosos grados. Llámenme señor..."

de Se busca una mujer
Confesiones de un hombre bastante loco como para convivir con las bestias
Compactos Anagrama, 1994